Conoció a una chica por Tinder y la invitó a un paseo fatal: quién es Jack Shepherd, el asesino de la lancha rápida

El 8 de diciembre de 2015, Jack Shepherd, un desarrollador web de 28 años, fue a cenar con Charlotte Brown, de 24, por primera y única vez. Se habían conocido a través de una aplicación de citas, y después llevarla a un lujoso restaurante, la invitó a dar un paseo a bordo de su lancha en el río Támesis, al sur de Londres.
Dos horas después de aquella navegación, el cuerpo sin vida de Charlotte fue sacado del agua. Nadie podía entender cómo aquella primera cita se convirtió en tragedia, y luego en una persecución internacional del conquistador fugitivo.
Comenzó la búsqueda de respuestas y los testigos fueron claves en el proceso judicial. Varios vecinos los habían visto desde sus balcones mientras navegaban a gran velocidad cerca del Palacio de Westminster, también conocido como las Casas del Parlamento.

Antes de eso habían cenado en un restaurante de la torre The Shard, el edificio más alto del Reino Unido. Era una “rutina de seducción” que Shepherd ya había puesto en práctica con otras 10 chicas, a quienes también había conocido por Tinder, pero este fue el primer desenlace fatal.
En aquel entonces el joven soltero era un exitoso consultor de TI que ganaba 200.000 dólares al año, y vivía en una casa flotante en Hammersmith.

Esa era su fachada, pero lo que pocos sabían es que tenía antecedentes de agresividad y problemas de adicción al alcohol.
Aquella noche había tomado vodka en la previa al encuentro, después compartió dos botellas de vino con Charlotte en el restaurante, y más tarde bebió champán en su pequeño navío.
Todo eso pasó momentos antes de que la embarcación volcara tras chocar contra un tronco de árbol sumergido cerca del puente Wandsworth.
El asesinato de Charlotte Brown, un misterio sin resolver
Charlotte salió despedida de la lancha, cayó al agua helada, y la arrastró la corriente. La temperatura en diciembre, mes en que arriba el invierno en la capital de Gran Bretaña, es de entre 2° y 8° grados centígrados.
La joven fue arrastrada por la corriente, y se ahogó. Cuando la rescataron estaba inconsciente. Trataron de reanimarla, pero su temperatura corporal era de tan solo 25° grados, y no hubo nada que pudieran hacer.

La autopsia determinó que Charlotte murió “por inmersión en agua fría”, pero el misterio de cómo se cayó al río jamás pudo descifrarse.
Shepherd resultó ileso, y le echó la culpa a la víctima. Dijo que Charlotte estaba al timón cuando perdieron la dirección de la embarcación, y que se accidentaron porque ella estaba “muy borracha”.
Los padres de la joven, devastados, iniciaron un juicio para que se investigaran las extrañas circunstancias de la repentina muerte de su hija, y estaban convencidos de que era imposible que ella hubiese aceptado manejar.
Un hombre que vivía en un departamento junto al río, el mismo que llamó a las autoridades para pedir ayuda, declaró en el juicio que vio a “una sola figura” a bordo, antes de que el barco chocara.
Otro vecino dijo que vio a Shepherd “desorientado” mirando hacia el agua, dando vueltas, como si estuviese “buscando algo”.
La teoría de que ella era quien manejaba ya no era consistente. No solo por los testigos, sino porque Charlotte tenía apenas un poco más del límite de alcohol permitido.
A Shepherd no le hicieron el test de alcoholemia aquella noche, pero los rescatistas aseguraron que “parecía en severo estado de ebriedad”.
Cuando hubo pruebas suficientes, lo acusaron de homicidio, pero para ese momento Shepherd ya se había fugado, y estuvo fugitivo durante 10 meses.
Prófugo y recién casado: Jack Shepherd se casó dos meses después del crimen
El caso tomó relevancia nacional, y fue compartido por los principales periódicos británicos, con una amplia y constante cobertura del Daily Mail, e incluso inspiró un documental de Apple TV de dos episodios: El asesino de la lancha rápida: el asesinato de Charlotte Brown.
‘Speedboat killer’, Jack Shepherd, has been released from prison after serving just half of his sentence for killing Charlotte Brown on their first date.@DaniTVNews reports. pic.twitter.com/EQJnhEu5M6
— Channel 5 News (@5_News) January 24, 2024
Shepherd, originario de Exeter, se dio a la fuga y fue condenado en ausencia, ya que no se presentó al juicio en Old Bailey. El jurado dictaminó que era culpable de homicidio por negligencia grave.
Pasó tres años evadiendo los esfuerzos de búsqueda, pero cuando la persecución por encontrarlo tuvo trascendencia internacional, decidió entregarse.
Descubrieron que tan solo nueve semanas después de su cita trágica con Charlotte, Shepherd se había casado con una mujer en Abergavenny, una ciudad ubicada en Monmouthshire, Gales.
Luego de contraer matrimonio, tuvieron un hijo juntos, pero él los dejó y huyó a Giorgia. Había golpeado a un camarero con una botella de vodka en la cabeza, y se asustó porque supo que lo habían filmado con las cámaras del restaurante.

El ataque al camarero ocurrió en el Hotel White Hart en Moretonhampstead, el 16 de marzo de 2018. Shepherd golpeó a un mozo llamado David Beech, que resultó ser un exsoldado.
La botella le impactó en la frente y lo hirió de tal manera que tuvo que ser trasladado al hospital para que le cosieran y pegaran la herida. El efecto del golpe fue similar al de un bate de béisbol, según detallaron en la causa.
Las imágenes recorrieron las redes sociales en vísperas del juicio por la muerte de Charlotte. Los vecinos de la ciudad galesa dejaron claro que Shepherd no sería bienvenido de nuevo en Abergavenny si regresaba, una vez que supieron quién era.
En diálogo con The Sun, los residentes lo describieron de la siguiente manera: “Era un imbécil, muy arrogante, y se comportaba como si fuera demasiado bueno para vivir aquí”.
“No nos sorprendió mucho saber de lo que era capaz. Hay que tener un corazón frío para hacer lo que hizo y luego seguir adelante con una nueva esposa y un nuevo hogar como si nada hubiera pasado”, agregaron integrantes de la comunidad.
Durante sus tres años prófugo también se involucró con Maiko Tchanturidze, una periodista de televisión con la que declaró que planeaba casarse, a pesar de que Shepherd ya tenía esposa en el Reino Unido.

En paralelo, la angustia y el dolor irreparable de los padres de Charlotte Brown, crecía día tras día. “Te hablo a ti, Jack Shepherd, la policía te está buscando, tanto aquí como en otras ciudades para encontrarte, y créeme que lo harán, porque jamás nos detendremos hasta que estés bajo custodia”, dijo ante las cámaras el padre de la difunta joven.
Acorralado por sus propios antecedentes y con la opinión pública en contra, a principios de 2019, el fugitivo se entregó en una estación de policía en Tbilisi, Georgia.
Lo extraditaron de regreso al Reino Unido, donde le impusieron una pena de cuatro años de prisión por el ataque al camarero, que se cumpliría al mismo tiempo que la sentencia de seis años por el homicidio de Charlotte.
La teoría del padre de Charlotte Brown y la súplica por saber lo que realmente pasó
El padre de Charlotte, Graham Brown, se propuso defender la memoria de su hija y fue el rostro público del caso durante las audiencias.
“Pienso en mi hija todos los días, el dolor jamás desaparecerá, y el simple hecho de que llevó a mi hija en una lancha rápida de mala calidad a las diez de la noche, sin chalecos salvavidas, por un tramo muy peligroso del río Támesis, acelerando a 30 nudos, y que luego dijera que fue culpa de mi hija muerta, dice mucho sobre de qué es capaz”, declaró ante la prensa.

Las pericias técnicas de la lancha rápida confirmaron que la embarcación tenía una serie de defectos graves, incluida su dirección. Y Shepherd lo sabía, porque manejaba muy seguido en esa lancha.
Como estuvo ausente en el estrado, el joven que ya tiene 37 años, jamás dio una explicación pública. “Todo lo que él dijo, entra en conflicto con lo que sabemos que ocurrió gracias a lo que salió a la luz en el juicio, pero sé que monstruos como él jamás cuentan la verdad”, lamentó.
La madre de Charlotte, Roz Wickens, dio una sola entrevista en exclusiva al Daily Mail, donde confesó que no nombra a Shepherd, y prefiere decir solamente sus iniciales, JC, porque oír su nombre completo le resulta demasiado doloroso.
“Siempre he creído que JC es un psicópata narcisista. Nunca ha mostrado remordimiento por su participación en la muerte de mi hija. Jamás lo perdonaré y todavía creo que representa un riesgo para las mujeres”, manifestó.
“Siempre querré saber qué pasó la fatídica noche en que nos arrebataron a Charlotte, pero no creo que lo sepa nunca, porque solo él sabe lo que realmente pasó, y aunque lo dijera ahora, con todo lo que inventó, ya nadie sabría si dice la verdad”, sostuvo.
“Tengo la corazonada de que quiso abandonarla porque ella lo rechazó”, expresó la mamá de la joven. Sospechan que la empujó por la borda, pero fue muy difícil comprobar esa teoría en el juicio.

“La extraño muchísimo. No tengo palabras para describirlo, pero por el bien de mis otras hijas, Vicky y Katie, que era gemela de Charlotte, y de mis nietos, intento seguir en pie”, dijo compungida.
Recuerda las últimas charlas con su hija, que había conseguido un ascenso en su trabajo, y tenía una carrera prometedora en la industria de belleza.
“Tenía tantos proyectos, incluso estaba a punto de presentarse a un examen para sacar su registro de manejo, todas esas cosas que él le arrebató”, expresó.
En enero de 2024, Shepherd salió de la prisión HMP Dovegate. Obtuvo libertad condicional después de cumplir la mitad de su condena.
Sin embargo, un año y medio después su nombre volvió a los titulares. El Ministerio de Justicia confirmó que está nuevamente tras las rejas tras violar las condiciones de su acuerdo de liberación.
“No dudamos en enviar a los infractores de nuevo a prisión si infringen las normas”, declaró el servicio penitenciario de Staffordshire, aunque no detallaron qué tipo de incumplimiento cometió.
Graham Brown fue contundente cuando le preguntaron si estaba al tanto del arresto del hombre que fue declarado culpable por el homicidio de su hija: “Volvió a donde pertenece”.
Fuente: www.clarin.com